El sol en el depósito descuidado de un importante estudio
de filmación a las dos y media de la tarde
En un depósito de los estudios CCC de Berlín-Spandau donde
se guardaban vestuarios y decorados, caía sobre la gran pared beige opuesta a
las ventanas el reflejo del movimiento de los arbustos y árboles que rodeaban
el edificio. El sol iluminó el movimiento tembloroso de esos seres vivos, y lo condujo
a lo largo de la pared durante toda la tarde, hasta que se puso a las seis de
la tarde. Ningún instante fue igual a otro. Los dibujos lumínicos, de vida
breve e imposibles de reconstruir incluso un instante después, eran
reemplazados por otras figuras. Si se filma ese movimieno a una velocidad de
proyección de una imagen por segundo, se fijará la luz solar de modo indirecto
y en una “vívida sucesión de acontecimientos”.
Mientras en el estudio montaban la escena y rodaban un drama
con poco despliegue de decorados y reflectores fijos, ahí, en el depósito,
cobraba existencia el desafío, el motivo cinematográfico.
Alexander Kluge