26.1.08

25.1.08

Google earth

"Cuando aún no existían los aeroplanos, las cámaras fotograficas se montaban en globos aerostáticos o en cohetes (e incluso en palomas mensajeras que volaban portando cámaras diminutas). Durante la Segunda Guerra Mundial, los ingleses fueron los primeros en dotar a sus aviones bombarderos de equipos fotográficos. Obligados a atravesar el fuego de la artillería antiaérea y a evitar los ataques de los aviones de caza alemanes (los Messerschmitt), los pilotos procuraban arrojar sus bombas lo más rápidamente posible. Nohay que olvidar que en los vuelos de Inglaterra a Alemania se perdía aproximadamente un tercio de la escuadrilla. Los pilotos eran presa del temor y, por consiguiente, tendían a creer con demasiada facilidad que sus bombas habían dado en el blanco. Pero la colocación de cámaras fotográficas en las aeronaves redujo enormemente el crédito otorgado hasta entonces a los informes orales. Los pilotos de bombarderos fueron entonces los primeros trabajadores vigilados por una cámara destinada a controlar su eficiencia.
Hasta ese momento, el trabajo realizado por el hombre durante la guerra era mucho menos monitoreado y monitoreable que cualquier actividad industrial, comercial o agraria, por cuanto no tenían control alguno sobre el objetivo de su tarea: el territorio del enemigo. De modo que si las percepciones e informes de este tipo de trabajadores fueron, en su momento, significativos, dejaron de serlo con la aparición de la fotografía aérea." (Harun Farocki)

24.1.08

Trabajo

"Los aparatos son objetos del mundo post-industrial, para el que todavía no disponemos de categorías adecuadas."

"La categoría fundamental del terreno industrial (y también del pre-industrial) es el trabajo. Los instrumentos trabajan. Arrancan objetos de la naturaleza y los transforman. Los aparatos no trabajan. Se proponen modificar la vida de los hombres."

"Actualmente la actividad de producir, manipular y almacenar símbolos (actividad que no es trabajo en el sentido tradicional) va siendo ejercida por aparatos. Y tal actividad va dominando, programando todo el trabajo en el sentido tradicional del término. Hoy la mayoría de la sociedad está ocupada en esto. Antes de que los aparatos fuesen inventados, se llamaba a esta actividad “terciaria”, ya que no dominaba. Actualmente, ocupa el centro de la escena.
Querer definir aparatos es querer elaborar categorías apropiadas a la cultura post-industrial que está surgiendo."

"Estamos ya, de forma espontánea, pensando informáticamente, programáticamente, aparejísticamente, imagéticamente. Estamos pensando en el modo en el cual “piensan” las computadoras.
Esto no es nuevo, siempre se supo de los instrumentos son modelos de pensamiento. El hombre los inventa teniendo como modelo su propio cuerpo. Se olvida luego del modelo, se aliena, y va a tomar el instrumento como modelo del mundo, de si mismo y de la sociedad."

(Vilém Flusser)

23.1.08

Los espigadores y la espigadora

Memorias de Altea Repupilli

Italia
Día 9/9/01. Primera desgrabación.

EL PAN. Eso era rebuscárselas y llegar al pan. Ese era un detalle. Era así. En julio era la cosecha del trigo. La siega. Allá era “fienar”. El fieno. Pero no lo pongas en italiano. En realidad no se dice cosecha. Cosechar es agarrar con la mano cada fruto. Cortar. Antiguamente se hacía con hoz, con guadaña, y después vino la época de la máquina, la segadora. Yo vi las tres cosas. Lo que más recuerdo, lo último que vi, lo más moderno de todo fue trilladora y segadora. Trillar significa separar el trigo de la paja y la plantita. El trigo cae adentro de una bolsa, la bolsa queda en el campo. La planta del trigo debe medir por lo menos un metro y medio, se corta bien al ras. El que viene atrás arma atados. Y atrás viene el que hace montones, parvas (pequeñas parvas) y eso queda en el campo un tiempo. Después pasaban con un camión, una chata de campo, tirada por caballos, junta toda la parva y la lleva a la casa del campesino. Ahí viene una parva grande, y hay una máquina especial, con una boca muy grande, se va poniendo en la boca cada atado de trigo y sale la paja por un lado, la cascarita por el otro y el trigo por el otro (que hay una bolsa de arpillera abajo que lo recoge.) Esto era todo para el campesino. Nosotros que éramos los pobres, que nos íbamos arreglando como pudiéramos. Mama iba a ayudar pero no le pagaban un peso. Le daban la comida que comía en el día y después a la noche se llevaba (porque esta gente cultivaba otras cosas) un poco de frutas, pasto para los conejos, tomates, lo que hubiera, durazno, esa era la paga. Mama llevaba una bolsa de arpillera abierta, la extendía en el suelo y ponía el pasto a bajo, después las otras cosas, lo ataba y se lo ponía arriba de la cabeza. El día era de sol a sol. Y la historia de la espiguita (que me preguntás) era que siempre que se cosecha el trigo siempre cae algo, no queda en el atado, queda tirada, entonces el campesino no se toma el trabajo de juntarlo, ni con rastrillo, queda. Entonces nos daba permiso para que nosotras, otras mujeres del pueblo, íbamos, entonces nos atábamos una bolsita adelante y juntábamos las espiguitas. Yo tenía cinco o seis años. Año 1938. Cuando la bolsita se llenaba, la poníamos en una bolsa más grande de arpillera. Entonces durante el día a lo mejor hacíamos cuatro o cinco bolsas de arpillera. Luego íbamos a casa. En la casa, Antonio tenía un carrito y cargaba las bolsas en el carrito. Las llevaba a casa que estaba a cuatro o cinco cuadras. Cuando llegaba la época en que el campesino decidía separar esa montaña de espiga, volverla trigo. Obtener el trigo. Nosotros íbamos con nuestro carrito, con nuestras bolsas ahí, entonces en el último momento en que ellos habían terminado le pedíamos si podía pasar nuestras espigas. Y entonces de ahí por ahí obteníamos de toda la cosecha, de todo el rejunte, cincuenta kilos de trigo. Antonio lo ponía arriba del carrito y lo llevábamos a nuestra casa. Y lo llevábamos al molino. El molino lo pesa y te entrega a cambio cincuenta kilos de harina. No se ponía a moler tu trigo. Ese molino era el molino del pueblo, la gente iba al molino. El molino era dos ruedas gigantes de piedra que giraban en sentido contrario, con electricidad. Volcaban en una boca la bolsa de trigo y el trigo (el grano) pasaba entre las dos ruedas y lo aplastaba, ahí es donde aparecía la harina. Y el afrecho aparte (el salvado de hoy.) Nos llevábamos los cincuenta kilos a casa y mama hacía el pan.

22.1.08

Vida rural

Noetinger

21.1.08

Películas de papel


La rebelión de los artefactos
Teatro de sombras de papel

Las ciudades sutiles
“Si queréis creerme, bien. Ahora diré cómo es Octavia, ciudad telaraña. Hay un precipicio entre dos montañas abruptas: la ciudad está en el vacío, atada a las dos crestas por cuerdas y cadenas y pasarelas. Uno camina por los travesaños de madera, cuidando de no poner el pie en los intersticios, o se aferra a las mallas de una red de cáñamo. Abajo no hay nada en cientos y cientos de metros: pasa alguna nube; se entrevé más abajo el fondo del despeñadero.
Ésta es la base de la ciudad: una red que sirve para pasar y para sostener. Todo lo demás, en vez de alzarse encima, cuelga hacia abajo: escaleras de cuerda, hamacas, casas en forma de bolsa, percheros, terrazas como navecillas, odres de agua, piqueras de gas, asadores, cestos colgados de cordeles, montacargas, duchas, trapecios y anillas para juegos, teleféricos, lámparas, tiestos con plantas de follaje colgante.
Suspendida en el abismo, la vida de los habitantes de Octavia es menos incierta que en otras ciudades. Saben que la resistencia de la red tiene un límite.”

Italo Calvino, de "Las ciudades invisibles"

20.1.08

Entrevista ¿apócrifa?

Entrevista a Marcola, jefe de la banda carcelaria de San Pablo denominada Primer Comando de la Capital. O Globo (Brasil) / RECOSUR.

El 23 de mayo de este año, el diario O Globo de Brasil en su Editorial Segundo Cuaderno, publicó una "Entrevista a Marcola del PCC". Él es Marcos Camacho, jefe de la banda carcelaria de San Pablo denominada Primer Comando de la Capital (PCC), que durante este año ha provocado numerosos actos de vandalismo en esa ciudad y alrededores. La siguiente es la traducción textual del reportaje.

- ¿Usted es del PCC?
- Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible.
Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnostico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía. ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica
sobre "la belleza de esas montañas al amanecer", esas cosas. Ahora estamos ricos
con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo.
Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social ¿Vió? Yo soy culto. Leo al Dante en la prisión.

- Pero la solución sería.
¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de "solución" ya es un error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría
que ser bajo la batuta casi de una "tiranía esclarecida" que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. ¿O usted cree que los chupasangres (sanguessugas) no van a actuar? Si se descuida van a robar hasta al PCC. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso
penal del país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías
municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta "conference calls" entre presidiarios.) Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

- ¿Usted no tiene miedo de morir?
Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo.
Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común. ¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja.! Yo leo mucho; leí 3000 libros y leo al Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país. No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los
rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas "con autorización" de la justicia? Es eso. Es otra lengua. Está delante de una especie de post miseria. Eso. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con
megabytes.
Mis comandados son una mutación de la especie social. Son hongos de un gran
error sucio.

- ¿Qué cambió en las periferias?
Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio. ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y "colocado en el microondas". Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno
propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte.
Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad.
Ustedes nos transformaron en "super stars" del crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos "globales". Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros
"clientes".
Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos.

- ¿Pero, qué debemos hacer?
Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a "los barones del polvo" (cocaína)! Hay diputados, senadores, hay generales, hay hasta ex presidentes del Paraguay en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata? No tienen dinero ni para comida de los reclutas. El país está quebrado, sustentando un estado muerto con intereses del 20 % al año, y Lula todavía aumenta los gastos públicos, empleando 40 mil sinvergüenzas. ¿El ejército irá a luchar contra el PCC? Estoy leyendo Klausewitz "Sobre la Guerra". No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones.
Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros. solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?

- Pero. ¿No habrá una solución?
Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la "normalidad". No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: "Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno".

19.1.08

Éxodos

¿cómo llegan los recuerdos?
¿cómo uno transforma sus recuerdos?
¿uno domina los recuerdos o está dominado por ellos?
¿cómo es alguien que recuerda poco?
¿y alguien que recuerda demasiado?
¿diferentes territorios de recuerdos?
¿cómo recordamos el pasado lejano y el pasado cercano?
¿cómo un recuerdo se va transformando con el tiempo?
¿cómo el recuerdo de otra persona se vuelve propio?
¿se pueden forzar los recuerdos?
¿cómo los recuerdos vinculan a las personas?
¿cómo uno intenta conservar sus recuerdos materialmente?
¿cómo forzar el olvido?
¿cómo se encadenan los recuerdos?